¿Preocuparse o no? En la mayoría de los casos el embarazo se vive de manera natural, como un evento vital rico de emociones positivas, asociado a algunas pequeñas preocupaciones que a menudo se mantienen en el subconsciente de la futura mamá. En algunos otros casos el embarazo se puede percibir como un evento muy estresante. En estos casos son muchas las preocupaciones que ocupan la mente de la futura mamá durante los nueve meses: la salud del bebé, la posibilidad de sufrir un aborto, la propia salud o de las personas cercanas.
Percibirse incapaz de manejar la situación y las preocupaciones tiene un efecto negativo prolongado para el equilibrio psicológico tanto de la gestante como de quien está a su lado. Aunque la experiencia de un parto previo suele aliviar estas preocupaciones, la forma en la que la futura mamá se enfrenta a estas ideas negativas es un factor determinante para la calidad de la maternidad, de la futura relación con el hijo y con su pareja.
¿Qué se puede hacer? Los profesionales de la salud mental que acompañan a las embarazadas durante esta etapa de vida subrayan la importancia de adquirir recursos y desarrollar estrategias de afrontamiento adecuadas a la situación, enfocadas a mejorar la autoestima y a sentirse capaz de gestionar los acontecimientos.
El rol de la pareja, de los familiares y de los amigos es fundamental si se encuentra asociado a una posición de ayuda empática y realista.
También existe la opción de buscar apoyo social, recurriendo a un profesional o participando en grupos experienciales de formación, para expresar y elaborar preocupaciones, desarrollar estrategias de resolución de problemas y de reevaluación positiva.
Referencias:
Carmona-Monge, F.J; Marín-Morales, D.; Peñacoba-Puente, C.; Carretero-Abellán, I.; y Moreno-Moure, M.A (2012). Influence of coping strategies in the specific worries of pregnancy. Anales de psicología, 28 (2), 338-343.
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