El caso
Raquel tiene 26 años, trabaja en una agencia de viajes y, desde hace 4 años, se ha independizado. Actualmente vive sola, no está casada y nunca ha tenido un novio estable. No tiene amigos, ella dice que es por el hecho de que cuando no trabaja le gusta estar en silencio, mientras que si está con alguien se ve obligada a conversar y esto la cansa. En el pasado, sus amigos eran principalmente los compañeros de la escuela, con los que actualmente no se relaciona. Después del bachillerato cursó el primer año de Filosofía con óptimos resultados. A los 19 años decidió abandonar la Universidad porque estaba desmotivada: se sentía inadecuada y poco capaz de seguir. Tampoco quería cambiar de facultad y no se consideraba en realidad tan buena estudiante como creían los demás. Empezó a trabajar en la agencia de viajes donde sigue en la actualidad y donde se la aprecia muchísimo por su inteligencia y capacidad de trato con los clientes. A los 23 años salió de una historia amorosa que duró año y medio con un hombre de 45 años, casado. No tiene amigos y se pasa el tiempo libre sola, andando por la calle o sentada en casa triste y desconsolada, con una sensación de pesimismo que dice haber tenido siempre, desde que era pequeña. Son pocas las veces que no sale de trabajar muy tarde, y no desempeña ninguna actividad de ocio o deportiva. En el último período dedica su tiempo libre a ir de compras, y ha acumulado muchísimos vestidos y zapatos. Cuando puede va también a rezar sola a la iglesia porque, según dice, se siente culpable de haber tenido una relación con un hombre casado. Su tono del humor es a menudo bajo (cuando no está trabajando). Desde el mes pasado empieza a tener dificultades para despertarse por la mañana y al intentar dormirse por la noche. A menudo se lleva trabajo a casa para no pensar y también responde a llamadas de clientes en sus pocos momentos de descanso. Estas características de Raquel hacen pensar que puede presentar un Trastorno de Personalidad Depresivo.
Clasificación DSM IV & CIE 10
El Trastorno de Personalidad Depresivo (DSM IV) se caracteriza por un patrón general de comportamientos y funciones cognoscitivas depresivas, que comienzan al principio de la edad adulta en diferentes contextos, y se manifiesta con 5 o más síntomas:
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- El estado de ánimo habitual está presidido por sentimientos de abatimiento, tristeza, desánimo, desilusión e infelicidad.
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- La concepción que el sujeto tiene de sí mismo se centra principalmente en sentimientos de impotencia, inutilidad y baja autoestima.
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- La persona se critica, se acusa o se autodescalifica.
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- Cavila y tiende a preocuparse por todo.
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- Critica, juzga y lleva la contraria a los otros.
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- Se muestra pesimista.
- Tiende a sentirse culpable o arrepentido
B. Los síntomas no aparecen exclusivamente en el transcurso de episodios depresivos mayores y no se explican mejor por la presencia de un trastorno distímico.
Según la Clasificación Internacional de los Trastornos Mentales y del Comportamiento (CIE-10), para diagnosticar un Trastorno Específico de la Personalidad (F60) se necesita detectar un trastorno grave del carácter y del comportamiento del individuo, al que se acompañan alteraciones personales y sociales considerables. Según el CIE-10 los trastornos de la personalidad tienden a presentarse en la infancia y adolescencia y a persistir durante la edad adulta. Para diagnosticar un Trastorno Específico de la Personalidad (F60) se requiere la presencia de una alteración de la personalidad no directamente atribuible a una lesión o enfermedad cerebral importante o a otros trastornos psiquiátricos, que reúna las siguientes pautas:
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- Actitudes y comportamientos que carecen de armonía, que afectan por lo general a varios aspectos de la personalidad; por ejemplo a la afectividad, a la excitabilidad, al control de los impulsos, a las formas de percibir y de pensar y al estilo de relacionarse con los demás.
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- La forma de comportamiento anormal es duradera, de larga evolución y no se limita a episodios concretos de enfermedad mental.
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- La forma de comportamiento anormal es generalizada y claramente desadaptativa para un conjunto amplio de situaciones individuales y sociales.
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- Las manifestaciones anteriores aparecen siempre durante la infancia o la adolescencia y persisten en la madurez.
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- El trastorno conlleva un considerable malestar personal aunque éste puede también aparecer sólo en etapas avanzadas de su evolución.
- El trastorno se acompaña, por lo general aunque no siempre, de un deterioro significativo del rendimiento profesional y social.
F60.8 Otros trastornos específicos de la personalidad. Se incluyen aquí los trastornos de la personalidad que no satisfacen ninguna de las pautas de los tipos específicos (F60.0-F60.7). Se incluyen: Personalidad narcisista. Personalidad excéntrica. Personalidad inestable. Personalidad inmadura. Personalidad pasivo-agresiva. Personalidad psiconeurótica. Trastorno narcisista de la personalidad. Trastorno excéntrico de la personalidad. Trastorno inestable de la personalidad. Trastorno inmaduro de la personalidad. Trastorno pasivo-agresivo de la personalidad. Trastorno psiconeurótico de la personalidad.
F60.9 Trastorno de la personalidad sin especificación. Se incluyen: Neurosis de carácter. Personalidad patológica.
Más información
El Trastorno de Personalidad Depresivo se caracteriza por pesimismo, tristeza, tendencia a la soledad, baja autoestima, sentimientos de ser inadecuado. A esos síntomas se acompaña también una tendencia al perfeccionismo y a la escrupulosidad excesiva, la persona suele ser autocrítica y se devalúa. Con frecuencia se desarrolla un Trastorno del Estado de Ánimo (Trastorno Depresivo Mayor o Trastorno Distímico) que parece representar la variante extrema del Trastorno de Personalidad Depresivo.
Anexo Eje II – DSM IV TR [dos ulteriores categorías diagnósticas de trastorno de la personalidad eliminadas en el DSM V]
- Trastorno de Personalidad Depresivo.
- Trastorno de Personalidad Pasivo-Agresivo.