La agnosia

Artículo de Cristina Arévalo Pedrosa

La agnosia es un trastorno neurológico caracterizado por la incapacidad de reconocer objetos, formas, personas, sonidos u olores, a pesar del funcionamiento normal del sentido específico y sin deterioro de la memoria (WHO, 2018). Se trata de una alteración de las funciones simbólicas que implica la incapacidad de la persona para procesar y extraer información de una fuente sensorial (García-Molina y Peña-Casanova, 2022; Goldstein y Cacciamani, 2021).

Eso implica que, para poder hablar de agnosia, la capacidad de reconocimiento de un estímulo tiene que verse conservada a través de otros canales sensoriales (por ej. en las agnosias visuales, la persona no puede decir de qué objeto se trata al mirarlo pero sí puede al tocarlo, ya que está utilizando otro canal sensorial).

La etimología de la palabra agnosia procede del griego “agnōsía” (gr. ἀγνωσία” RAE, 2014) y significa desconocimiento (desde “gnôsis” / “γνῶσις” = conocimiento, RAE, 2014). Las agnosias pueden ser de cuatro tipos, según la modalidad sensorial que se vea involucrada: I) visual, II) auditiva; III) espacial; y IV) corporal o somatoagnosia (Grossi y Trojano, 2011).

Agnosia aperceptiva y asociativa

Heinrich Lissauer definió este síndrome por primera vez y lo clasificó según dos tipologías: agnosia aperceptiva y agnosia asociativa (Lissauer, 1890). Según Lissauer, la agnosia surgía por una desorganización, con base neurológica, de los procesos mentales que intervienen entre el análisis visual y la atribución de significado (Farah, 2004; Shallice y Jackson, 1988).

Según Lissauer, la agnosia aperceptiva implica una incapacidad del individuo para reconocer objetos debido a un fallo en la apercepción, es decir en el proceso de interpretación de un estímulo sensorial, durante el procesamiento perceptivo. Por otro lado, la agnosia asociativa se caracteriza para la incapacidad de reconocer objetos debido a una alteración asociativa, es decir en el proceso de integración del estímulo percibido con información almacenada en la memoria (Farah, 2004).

El procesamiento sensoperceptivo implica la recepción de un estímulo, su transformación e integración en representaciones corticales, sobre las que el individuo construye la experiencia subjetiva del entorno y su conducta en él (Goldstein y Cacciamani, 2021; Iandolo, 2022). Esto implica una primera fase aperceptiva, de reconocimiento del objeto, y una segunda fase asociativa.

Durante la fase asociativa, el objeto viene reconocido y se asocia con representaciones, procedentes de experiencias previas del individuo, almacenadas en la memoria a largo plazo, de tipo declarativa (semántica o episódica) y no declarativa (procedimental o perceptual-representacional (Mather, 2014; Norman y Shallice, 1986). 

En otras palabras, la fase aperceptiva consiste la integración del estímulo sensorial con elementos de la memoria, permitiendo al individuo reconocer y discriminar el estímulo, como, por ejemplo, escuchar el sonido de una sirena y reconocerla como tal. Por otro lado, la fase asociativa permite ampliar conceptualmente este reconocimiento inicial del estímulo, atribuyéndole un significado más extenso como, por ejemplo, escuchar el sonido de una sirena y asociar que está llegando una ambulancia.

Referencias

  • Farah, M. J. (2004). Visual agnosia. MIT press.
  • García-Molina, A., & Peña-Casanova, J. (2022). Agnosias visuales y trastornos relacionados: más allá de Lissauer.
  • Goldstein, E. B., & Cacciamani, L. (2021). Sensation and perception. Cengage Learning.
  • Grossi, D., & Trojano, L. (2011). Lineamenti di neuropsicologia clinica. Carocci.
  • Iandolo, G. (2022). Gestionar la hiper-respuesta a estímulos sensoriales en el TEA. En Pin-Arboledas, G. (eds). Los problemas de sueño en niños con Trastornos del Espectro Autista, pp.26-38. Canal Estrategia Editorial SL, Madrid. ISBN: 978-84-19546-04-3.
  • Lissauer, H. (1890). Ein Fall von Seelenblindheit nebst einem Beitrage zur Theorie derselben. Archiv für Psychiatrie und Nervenkrankheiten21(2), 222-270.
  • Mather, G. (2014). Essentials of sensation and perception. Routledge.
  • Norman, D. A., & Shallice, T. (1986). Attention to action. In Consciousness and self-regulation (pp. 1-18). Springer, Boston, MA.
  • Real Academia (2014). Diccionario de la lengua española (23ª ed.). Obtenido de http://www.rae.es/recursos/diccionarios/drae#sthash.4dczT4Hm.dpuf.
  • Shallice, T., & Jackson, M. (1988). Lissauer on agnosia. Cognitive neuropsychology5(2), 153-156.
  • World Health Organization. (2020). International Classification of Diseases, 11th Revision (ICD-11). 2019. Aavailable online: https://icd.who.int/browse11/lm/en (accessed on 11 June 2019).

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