Principios de neuropsicología clínica cognitiva

¿Qué es la neuropsicología clínica?

La Neuropsicología es una rama clínica de las Neurociencias, en la que confluyen la Neurología y la Psicología. Estudia los diferentes tipos de lesiones cerebrales, investigando sus consecuencias sobre el comportamiento del individuo. Los conocimientos que así se generan permiten entender cómo funciona el cerebro humano, estableciendo relaciones entre las diferentes áreas cerebrales y sus funciones.

Desde esta perspectiva, la primera pregunta que se plantea el experto cuando observa un comportamiento anormal (así como los síntomas de un déficit) es: ¿cuál es la función cerebral dañada?

brain-2062055_1920La función cerebral humana más estudiada en los últimos dos siglos ha sido el lenguaje (desde el año 1860 con Broca, Wernike, Lichtheim). Sin embargo en el siglo XIX, al amanecer de la disciplina, se recurría exclusivamente a la autopsia post-mortem para localizar las áreas cerebrales dañadas, que probablemente habían sido responsables de las anomalías comportamentales del paciente durante su vida.

Esta metodología permitía realizar una localización anatomo-funcional aproximada, dando lugar a afirmaciones probabilísticas del tipo “se pueden localizar muchas competencias lingüísticas en el hemisferio cerebral izquierdo, de todas formas esto no implica que su lesión tenga consecuencias lingüísticas”. Con el fin de identificar la naturaleza y localización de la lesión, hoy en día existen diferentes tipos de instrumentos de diagnóstico cerebral por imágen como la Resonancia Magnética Funcional (RMF), la Tomografía Axial Computarizada (TAC), la Tomografía por Emisión de Positrones (PET), etc.

Mientras que el objetivo de la Neuropsicología del siglo XIX se centraba principalmente en la localización de funciones superiores específicas en la arquitectura cerebral, en el siglo actual la Neuropsicología ha tenido que dedicarse a la construcción de un modelo más general del funcionamiento cerebral, dado el gran número de excepciones en los modelos iniciales. 

La perspectiva neuropsicológica se ha ampliado al estudio de la configuración general que da coherencia a las diferentes funciones cerebrales, que se manifiestan a través del comportamiento del individuo. Imaginemos, por ejemplo, un paciente que presenta Apraxia del vestir (un déficit progresivo en la capacidad para vestirse sólo); en este caso, el objetivo de la Neuropsicología clínica no sería sólo identificar las áreas cerebrales posiblemente dañadas (en la representación o ejecución de las acciones implicadas), sino también identificar las leyes que determinan el comportamiento general del paciente, comparándolo con otras patologías o con la ausencia de déficits.

Resumiendo, hoy en día la Neuropsicología clínica persigue dos objetos de estudio:

  1. Investigar la existencia de una relación entre una estructura anatómica específica y las funciones cerebrales.
  2. Investigar la existencia de reglas de funcionamiento general del Sistema Nervioso Central (lingüísticas, espaciales, motoras, mnemónicas etc.) de manera que se puedan explicar tanto los comportamientos normales como los patológicos.

 

Metodología inicial de estudio en neuropsicología clínica

Los primeros estudiosos como Broca (1861) mostraron como, en algún momento de la vida, una persona puede desarrollar una anomalía comportamental de tipo patológico relacionada con una lesión cerebral. El método de estudio implicaba la observación de las conductas del individuo y esperar al examen post-mortem para localizar los daños cerebrales responsables de sus alteraciones.

El estudio se realizaba sobre el caso individual, suponiendo que lo que se descubría en un paciente habría podido generalizarse a todas las personas. También hoy en día se acepta, en parte, la existencia de reglas generales en el funcionamiento cerebral, aunque teniendo en cuenta una determinada variabilidad individual. Por ejemplo, se supone que la función mental que permite a un individuo leer en castellano es la misma que permite a un inglés leer en su propio idioma, aunque utilizando símbolos diferentes.

 

Metodología de estudio de la neuropsicología clínica durante las guerras mundiales

brain-2029363_1280A partir de la Primera Guerra Mundial, y en especial después de la Segunda, muchos neurólogos y neuropsicólogos abandonaron el estudio de caso individual para investigar con grandes muestras de pacientes: los soldados heridos durante las batallas. Se empezaron a estudiar así las lesiones de balas que podían afectar a uno o ambos hemisferios cerebrales.

Como resultado de este dramático acontecimiento histórico, se recogió una gran cantidad de información sobre casos de pacientes considerados homogéneos entre sí (por tipo de lesiones y en base a la tecnología de la época) y que hoy no se considerarían como tales (a la luz de la moderna tecnología de neuroimagen). En estos estudios, a menudo la localización de las lesiones cerebrales no era tan exacta y, por ejemplo, no se describían las consecuencias sobre todo el hemisferio cerebral que hospedaba la lesión.

 

Metodología actual de estudio en neuropsicología clínica

Hoy en día, gracias a las nuevas tecnologías de neuroimagen, la investigación con grandes muestras de casos ha alcanzado altos niveles de precisión y eficacia. Se pueden estudiar áreas cerebrales, tipos de lesiones, trastornos y grupos de pacientes muy homogéneos entre sí. Además se pueden identificar con gran precisión y detalle las características específicas de cada daño cerebral.

Es fundamental subrayar que el estudio de grandes muestras permite entender las relaciones entre estructuras cerebrales y funciones específicas, permitiendo predecir qué tipo de consecuencias producirá una lesión cerebral específica (ej. lesiones en las áreas temporales del cerebro causan problemas en el habla). Sin embargo, actualmente, el interés principal de los investigadores se dirige más bien hacia el estudio de casos individuales, ya que permite investigar las reglas de funcionamiento general del Sistema Nervioso Central, para explicar tanto las funciones normales como las alteraciones patológicas.

Por ejemplo, todos nosotros tenemos la capacidad de leer en diferentes condiciones (un anuncio desde un coche en movimiento, una anuncio en entornos con poca luz, etc.) pero necesitamos más tiempo para descifrar palabras sin significado (pseudopalabras). Desde la perspectiva del estudio de caso, la necesidad de un tiempo mayor en la lectura de pseudopalabras lleva a conjeturar que el cerebro humano descodifica las palabras conocidas en un área (lectura rápida) y las palabras sin sentido en otra área (lectura más lenta).

Así, se puede conjeturar la existencia de un módulo cognitivo dedicado a la lectura de las palabras (función de un área cerebral) y otro módulo cognitivo dedicado a la lectura de las pseudopalabras (función de otra área cerebral). Como consecuencia, en neuropsicología se puede desarrollar un modelo de la macrofunción de la “lectura” que tenga en cuenta estos dos módulos cognitivos.

La metodología de estudio de caso individual en neuropsicología utiliza el paradigma de la mente modular (Fodor 1987) y de diferentes principios de investigación como, por ejemplo, la necesidad de observar una “doble disociación”.

Según el concepto de mente modular la mente sería un sistema activo, que recibe, representa, almacena y procesa la información. Su funcionamiento se basaría en diferentes actividades mentales (ej. percepción, lenguaje, memoria, resolución de problemas etc.), cada una de las cuales constituiría un subsistema funcional (o módulo), con sus reglas de transformación y procesamiento de las representaciones.

mind-1913871_1280Una doble disociación se observa cuando dos pacientes diferentes presentan déficits complementarios entre sí, como por ejemplo en la función de lectura se puede observar una doble disociación entre los módulos para la lectura de palabras y pseudopalabras.

Por ejemplo imaginemos el paciente “A” que, después de una lesión cerebral, no logra leer la pseudopalabra “sefrimo”, mientras que logra leer la palabra “mesa”. Se puede decir que el paciente “A” presenta una disociación entre el módulo cognitivo dedicado a la lectura de palabras y el módulo dedicado a la lectura de pseudopalabras (deficitario). Así que se podría conjeturar que existe un módulo de la mente que lee las palabras y otro módulo que lee las pseudopalabras.

Por otro lado, podría ser simplemente que la lectura de la psudopalabra “sefrimo” es sólo más difícil que la de palabra “mesa”; para demostrar la existencia de un subsistema cognitivo (o módulo) para la lectura de las palabras y otro para la lectura de las pseudopalabras se necesita observar a otro paciente “B” que presente una dinámica inversa, es decir que lea sólo pseudopalabras y no logre leer palabras con sentido. De esta manera, a través del estudio de dos casos se puede llegar a la generalización de la hipótesis de investigación, añadiendo nuevos “ladrillos” a la construcción del modelo general de la macrofunción de la lectura.

 

Principios de neuropsicología clínica cognitiva

    1. Universalidad. Lo que se estudia como consecuencia de una lesión cerebral se debe poder generalizar, con el propósito de definir unas leyes globales de las operaciones mentales en relación con el sustrato cerebral subyacente. Actualmente se sabe que la mente humana se rige por una serie de reglas, pero no se conoce cómo se aplican estas reglas en el sistema cerebral. Además se tiene conocimiento de que si un individuo sufre una lesión cerebral, ésta puede alterar una función específica (“sustrayendo una pieza”), pero no desorganiza toda su actividad mental dejando el resto del sistema “relativamente indiferente”.
    2. Constancia. El sistema cerebral permanece constante incluso después de una lesión, alterando sólo algunos módulos específicos (o sustrayéndolos al funcionamiento global). Los procesos de plasticidad implicados en la rehabilitación no crean nuevas funciones, sino que potencian la función dañada y la compensan.
    3. Modularidad. La experiencia científica actual nos dirige hacia una visión modular de la actividad cerebral, en la que módulos cognitivos específicos pueden verse afectados después de una lesión.
    4. Doble disociación. Para demostrar la existencia de diferentes módulos cognitivos en el funcionamiento mental es muy útil utilizar una metodología basada en el estudio de casos individuales, en los que se puedan observar dobles disociaciones. Una doble disociación consiste en obtener evidencia respecto a que existe un paciente “1” que ejecuta adecuadamente una tarea “alfa” y no una tarea “beta”, mientras que hay un paciente “2” que realiza adecuadamente la tarea “beta” y no la “alfa”. Las tareas “alfa” y “beta” implican dos funciones (o módulos cognitivos distintos) que son parte de un metacomponente o macrofunción mental específica, como por ejemplo el lenguaje, la exploración visoespacial, la lecto-escritura etc.
    5. Sistema jerárquico-temporal. En individuos sanos, una función presenta una organización jerárquica y temporal.
    6. Necesidad de un mapa modular. Es necesario trazar un mapa modular, jerárquico, temporal (paralelo o secuencial) para describir cada metacomponente, cada función y entender la configuración general de los procesos de elaboración mental.
    7. Localización neuroanatómica de la función mental. Cada función debe tener una localización neuroanatómica que puede estar constituida por diferentes estructuras (las leyes de la interconexión funcional entre estructuras neuroanatómicas todavía no son claras).
    8. Módulos funcionalmente y anatómicamente separados. Los módulos mentales están funcionalmente y anatómicamente separados.

© Psise: Servicio de Psicología Clínica del Desarrollo. Unidad de Observación y Diagnóstico Funcional.