Primeros pasos y palabras, mi hijo se mueve mucho y a veces tira los objetos. A partir del primer año de vida del niño, coincidiendo con el nacimiento de la capacidad de dar los primeros pasos y decir las primaras palabras espontáneamente, inicia el proceso de desarrollo de la autonomía y de la auto-regulación.
Durante esta nueva etapa, el rol de los padres se enfoca por un lado a la aportación de nuevas guías y límites, por otro, a la aceptación de su temperamento y al desarrollo de nuevas respuestas ante retos individuales y sociales.
La intención de favorecer la autonomía y la auto-regulación del hijo, siempre contando con la referencia afectiva y de base segura de los padres, ahora se tiene que sincronizar con sus nuevas competencias y posibilidades: explorar el entorno por sí mismo, adecuar la conducta al ambiente que le rodea.
En esta fase, la sensibilidad de la madre y del padre asume la función de proporcionar atención y respuestas contingentes al comportamiento del niño, a su estado de ánimo, a su nivel de activación, a sus intereses y habilidades.
En contraposición a una adecuada sensibilidad parental, enfocada a la promoción de esta “autonomía hetero-regulada” (actualizada progresivamente en base a la rápida evolución de las competencias del niño), se encuentra el exceso de estimulación o de control. Una excesiva estimulación o control del niño, a partir del primer año de vida, puede llegar a imponer restricciones en sus interacciones, a la exploración o al desarrollo de actividades realizadas por sí mismo. Por ejemplo se podría solicitar que el niño realice actividades demasiado complejas por su edad o demasiado simples, aunque se tenga la buena intención de “ayudarle con las cosas”.
¿Cómo responder adecuadamente a partir de esta edad? En general, ayudar a nuestro hijo “en las cosas más complicadas” no debe suponer una limitación en su aprendizaje a partir de los errores o mediante sucesivos ensayos. Tanto un exceso de protección como un control demasiado estricto de su conducta pueden limitar esta fase, en la que empieza a ser todavía más “el protagonista”. Los límites se deben imponer, aunque de una forma no intrusiva u hostil, como guía de comportamiento sin impedir la experimentación y la exploración del medio.
Referencias:
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Edwards, C. P., & Liu, W.-L. (2002) Parenting toddlers. En M. H. Borstein (Ed.), Handbook of child parenting: Vol. 1. Children and parenting (2nd ed., pp. 45–71). Mahwah, NJ: Erlbaum.
Smith, C.L. (2010). Multiple determinants of parenting: predicting individual differences in maternal parenting behavior with toddlers. Parenting: Science and Practice, 10; 1-17.
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