Disforia. Estado afectivo caracterizado por inestabilidad y cambios repentinos entre un estado de ánimo triste y eufórico. El individuo presenta un estado de depresión asociada a respuestas agresivas e irritabilidad.
Labilidad emocional. Inestabilidad del estado de ánimo que alterna de forma inesperada sentimientos de felicidad y de tristeza como respuesta a estímulos externos, con fluctuaciones frecuentes en un mismo día (crisis de llanto, risas inapropiadas etc.). Puede ser una manifestación normal en la adolescencia o en casos de personalidad inmadura. A menudo se encuentra en patologías orgánicas (Esclerosis múltiple, Demencia, Síndrome Pseudo-bulbar relacionada con espasticidad muscular, disartria, disfagia y labilidad afectiva).
Ambivalencia afectiva. Presencia simulánea de dos sentimientos opuestos hacia un objeto o una situación. En el individuo sano los sentimientos llegarán a integrarse entre sí. En la neurosis, el individuo por la presencia del sentido de culpa, eliminará uno de los dos sentimientos.
- En la psicosis (especialmente el esquizofrénico) intentará experimentar el extremo de ambos sentimientos sin que influyan entre sí.
- En caso de patología límite, por el mecanismo de escisión, el individuo experimentará de manera alternada y en momentos diferentes los dos sentimientos hacia una persona o aspecto de la realidad.
Fatuidad. Conducta expresiva vacía, sin consistencia, bizarra, incongruente con la situación. El individuo (típicamente esquizofrénico) no responde al contexto con una afectividad congruente, coherente y normal o en contraste con los contenidos de su pensamiento.
Estados mixtos
Manía estuporosa: estado mixto que se caracteriza por la presencia de un estado eufórico y de verborrea asociados con mutismo y parada psicomotora.
Manía acinética: estado mixto que se caracteriza por la presencia de un estado eufórico acompañado de pensamiento acelerado en su máxima expresión patológica (fenómeno de la fuga de ideas), verborrea, inhibición motora (hasta el fenómeno del mutismo maníaco) y, en ocasiones, actos violentos inesperados.
Manía depresiva: estado mixto caracterizado por excitación, irritabilidad ante la mínima estimulación, agitación y fuga de ideas en presencia de un estado de ánimo deprimido.
Manía improductiva: estado mixto caracterizado por euforia e hiperactividad motora sin metas reales, asociado a un discurso ralentizado, pensamiento pobre y estado de ánimo deprimido.
Depresión agitada: síntomas depresivos acompañados de una intensa inquietud, agitación motoriz y conductual. A menudo se asocia también con graves síntomas vegetativos (temblor, palpitaciones, sequedad de boca, etc.).
Depresión con fuga de las ideas: estado mixto que se caracteriza por la aparición de síntomas depresivos comórbidos a un pensamiento acelerado en su máxima expresión patológica (fenómeno de la fuga de ideas).
Trastornos afectivos primarios bipolares
Trastorno bipolar tipo I. Episodio maníaco asociado a un episodio depresivo. Para diagnosticar este tipo de trastorno son necesarios uno o más episodios maníacos o mixtos y no es necesario que exista un episodio depresivo, aunque frecuentemente se manifieste. Puede ser “crónico”, “de ciclado rápido”, “catatónico” y “melancólico”.
Trastorno bipolar tipo II. Episodios de depresión mayor y, al menos, un episodio hipomaníaco. Se pueden manifestar fenómenos psicóticos durante los episodios de depresión (delirio y alucinaciones) pero no en la fase de hipomanía. Puede ser “crónico”, “de ciclado rápido”, “catatónico” y “melancólico”.
Ciclotimia o trastorno ciclotímico. Síndrome caracterizado por hipomanía y depresión con episodios de duración y gravedad menores respecto a los anteriores (bipolares tipo I y II). No se presentan trastornos graves del pensamiento ni pérdida del contacto con la realidad.
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