Trastorno de ansiedad de separación

Una pequeña dosis de ansiedad que aparece en los niños ante la separación de sus referentes afectivos es una característica normal en el desarrollo del niño y, por un lado, es un mecanismo de protección ante posibles amenazas del medio (Campbell, 1986). Por otro lado se considera que existe trastorno de ansiedad de separación (TAS) cuando esta ansiedad (inicialmente adaptativa) sobrepasa la intensidad esperable para el nivel de desarrollo del niño, afectando a su desarrollo social y escolar.

El TAS afecta aproximadamente a un 3-5% de los niños y adolescentes jóvenes, siendo más frecuente entre los primeros (Anderson y cols., 1987; Bird y cols., 1988; Prior y cols., 1999; Masi y cols. , 1999).

El inicio del trastorno debe ser previo a los 18 años de edad, siendo la aparición más común entre los 7 y los 12 años (Compton, Nelson y March, 2000), con un pico en los 7 años, aunque también puede aparecer en otras edades fuera de este intervalo (Last y cols., 1992). Los síntomas asociados al trastorno son muy variables, y pueden ser distintos dependiendo de la edad.

Criterios DSM-V para el diagnóstico de trastorno de Ansiedad por separación (F93.0)

A. Miedo o ansiedad excesiva e inapropiada para el nivel de desarrollo del individuo concerniente a su separación de aquellas personas por las que siente apego, puesta de manifiesto por al menos tres de las siguientes circunstancias:

  • Malestar excesivo y recurrente cuando se prevé o se vive una separación del hogar o de las figuras de mayor apego.
  • Preocupación excesiva y persistente por la posible pérdida de las figuras de mayor apego o de que puedan sufrir un posible daño, como una enfermedad, daño, calamidades o muerte.
  • Preocupación excesiva y persistente por la posibilidad de que un acontecimiento adverso (p. ej. perderse, ser raptado, tener un accidente, enfermar) cause la separación de una figura de gran apego.
  • Resistencia o rechazo persistente a salir, lejos de casa, a la escuela, al trabajo o a otro lugar por miedo a la separación.
  • Miedo excesivo y persistente o resistencia a estar solo o sin las figuras de mayor apego en casa o en otros lugares.
  • Resistencia o rechazo persistente a dormir fuera de casa o a dormir sin estar cerca de una figura de gran apego.
  • Pesadillas repetidas sobre el tema de la separación.
  • Quejas repetidas de síntomas físicos (p. ej. dolor de cabeza, dolor de estómago, náuseas, vómitos) cuando se produce o se prevé la separación de figuras de mayor apego.

B. El miedo, la ansiedad o la evitación es persistente, dura al menos cuatro semanas en niños y adolescentes y típicamente seis o más meses en adultos.

C. La alteración causa malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, académico, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.

D. La alteración no se explica mejor por otro trastorno mental, como rechazo a irse de casa por resistencia excesiva al cambio en un trastorno del espectro del autismo; delirios o alucionaciones concernientes a la separación en trastornos psicóticos; rechazo a salir sin alguien de confianza en la agorafobia; preocupación por una salud enfermiza u otro daño que pueda suceder a los allegados u otros significativos en el trastorno de ansiedad generalizada; o preocupación por padecer una enfermedad en el trastorno de ansiedad por enfermedad.

hug-1315545_1920La aparición de la sintomatología no se reduce a la situación de acudir al colegio – como en el caso de la fobia escolar-, sino que aparece en todas aquellas situaciones en las que el niño anticipa una separación de las figuras de apego (ir a casa de amigos, quedarse con familiares durante un viaje de los padres, etc.). De esta manera, las limitaciones en el desarrollo no se reducirán al ámbito académico, sino que además pueden suponer una limitación en la interacción social del niño tanto con los pares como con los adultos ajenos al núcleo familiar.

 El TAS pasa desapercibido en múltiples casos o puede ser malinterpretado por padres y profesores, considerando que se trata de niños miedosos, con intención de llamar la atención o que quieren faltar al colegio o librarse de las obligaciones escolares; en el caso de síntomas y molestias físicas poco persistentes, éstas suelen asociarse a otro tipo de causas (De las Heras, 1998).

La detección precoz del trastorno e intervención ante los síntomas resulta de gran relevancia de cara a la prevención de la aparición de otros trastornos de ansiedad comórbidos y para asegurar el bienestar y un desarrollo social y académico adecuado del niño.

Trastorno de ansiedad de separación y rendimiento académico

Se considera que el trastorno de ansiedad de separación (TAS) puede llegar a ser una de las principales causas de absentismo escolar cuando las manifestaciones somáticas del trastorno pueden ser interpretadas como síntoma de enfermedad física o malestar, impidendo al niño acudir a la escuela debido a su malestar.

En cuanto al componente cognitivo del trastorno, las excesivas preocupaciones del niño (acerca de que algo malo pueda ocurrir o el temor al abandono) pueden interferir en el rendimiento y concentración del alumno, resultándole más difícil atender y retener los contenidos que se trabajan en clase.


Referencias

 American Psychiatric Association (2014) Guía de consulta de los criterios diagnósticos DSM-V. Washington, DC: American Psychiatric Publishing.
Anderon, J.C., Williams, S., Mcgee, R. y Silva, P. (1987) DSM-III disorders in preadolescent children: prevalence un a large sample form the general population. Archives of General Psychiatry, 44, 69-76.
Bird, H.R., Canino, G., Rubio-Stipec, M., Gould, M.S., Ribera, J., Sesman, M., Woodbury, M., Huertas-Goldman, S., Pagan, A., Sanchez-Lacay. A. y Moscoso, M. (1988) Estimates of the prevalence of childhood maladjustment of childhood anxiety disorders. Archives of General Psychiatry, 45,1120-1126.
Campbell, S.B. (1986) Developmental issues in childhood anxiety. En R. Gittelman (dir.), Anxiety disorders of childhood. New York: Guilford. (pp. 24-57)
Compton. S.N., Nelson, A.H. y March, J.S. (2000) Social phobia and separation anxiety symptoms in community and clinical samples of children and adolescents. Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry, 39, 1040-1046.
De las Heras, J. (2000) Trastorno de ansiedad por separación y absentismo escolar. Revista complutense de educación, 11(1), 57-69.
De las Heras, J. (1998) Rebeldes con causa. Espasa: Madrid, 1998.
Last, C.G. y Strauss, C.C. (1990) School refusal in anxiey disordered children and adolescents. Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psyquiatry, 29, 31-35.
Last, C.G., Perrin, S., Hersen, M. y Kazdin. A.E. (1992) DSM-III-R anxiety disorders in children: sociodemographic and clinical characteristics. Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry, 31, 1070-1076.
Masi, G., Mucci, G., Favilla, L., Romano, R., Poli,P. (1999) Symptomatology and comorbidity of generalized anxiety disorder in children and adolescent. Comprehensive Psyquiatry, 40, 10-215.
Orgiles, M., Espada, J.P., García-Fernández, J.M., Méndez, X. y Hidalgo, M.D. (2011) Most feared situations related to separation anxiety and characteristics by age and gender in late childhood. Anales de Psicología, 27(1), 80-85.
Prior, M., Sanson, A., Smart, D. y Oberklaid, F. (1999) Psychological disorders and their correlates in an Australian community sample of preadolescent children. Journal of Child Psychology and Psychiatry, 40, 563-580.