Entre las consecuencias de un aumento del tono afectivo considerado como patológico, nos podemos encontrar con distintos síntomas, síndromes y trastornos.
- Euforia. Estado afectivo generalizado de bienestar, optimismo y alegría que caracteriza la conducta del individuo. Se vuelve patológico a medida que disminuye el juicio de realidad (ej. no ver errores o peligros).
- Exaltación. Estado afectivo caracterizado por un aire de satisfacción, intensa confianza en sí mismo y sensación de grandeza (ej. manía o en algunas ceremonias religiosas).
- Éxtasis. Estado afectivo caracterizado por alegría excesiva e incontenible con suspensión de la actividad voluntaria y de las funciones sensoriales.
- Expansividad. Expresión desinhibida de sentimientos a menudo asociados a una hiperevaluación de sí mismo.
- Irritabilidad. Estado afectivo caracterizado por la fácil aparición de ira e hiper-reacciones de ansiedad.
Hipertimia (Hipomanía y Manía).
Hipomanía: Síndrome caracterizado por euforia (excitación) y gran abundancia de ideas. Se trata de un estado eufórico y de sobreexcitación diferente a la euforia normal que se experimenta en situaciones placenteras. En este sentido, la hipomanía se caracteriza por un tono del humor alegre, expansivo, de optimismo exagerado, desproporcionado respecto a la situación y, a menudo, sin una motivación razonable que le provoque.

Se acompaña de taquipsiquismo (aceleración de algunas funciones psíquicas), hiperactividad motora y se puede transformar en irritabilidad e intolerancia hacia los demás. No llega al nivel de gravedad de la manía y no implica sus graves distorsiones de la realidad. Se caracteriza por los siguientes síntomas:
- Disminución de la necesidad de dormir;
- Pensamiento acelerado;
- Distractibilidad;
- Aumento de la actividad finalizada (social, laboral, etc.);
- Alta autoestima;
- Logorrea (compulsión por hablar sin cesar);
- Hiperactividad psicomotora.
Manía
Síndrome caracterizado por exaltación (exasperación de la euforía/excitación) y que puede llegar al éxtasis. Se caracteriza por un estado de grave exaltación del humor y de las actividades motoras. El pensamiento está tan acelerado que se puede producir el fenómeno de las fugas de ideas, con nexos asociativos superficiales y elementales que no confieren una lógica normal y causal al discurso. También el lenguaje resulta acelerado, con logorrea, neologismos y ensalada de palabras.

Se pueden presentar ideas de omnipotencia, delios persecutorios, de influencia, místicos y otros relacionados con un estado del humor muy elevado. También se pueden presentar pseudo-alucinaciones auditivas. El individuo no presenta consciencia de enfermedad y percibe un estado general de bienestar. Normalmente, los estados maníacos se presentan de manera episódica, como parte de un cuadro clínico en patologías afectivas unipolares (estado maníaco) o bipolares (alternados con periodos de depresión). Cuando la manía toma características no congruentes con el tono del humor, con aspectos disociativos o delirios se habla de trastorno esquizoafectivo.
- Manía reactiva: reactiva a situaciones de duelo.
- Manía delirante: con delirios congruentes con el tono del humor.
- Manía estuporosa (o acinética): a la gran excitación y actividad del individuo se asocia mutismo y parada psicomotora.
- Manía confusa: el pensamiento acelerado y dificultades en enfocar la atención conducen a la desorganización de la consciencia.
- Manía depresiva: es un estado mixto caracterizado por irritabilidad e intolerancia a los estímulos ambientales alternado con un estado depresivo.
- Manía improductiva: es un estado mixto en el que la euforia y la hiperactividad motora se traducen en un hacer que se concluye en nada. A menudo el individuo habla poco y presenta escasos contenidos del pensamiento.
- Manía furiosa (o disfórica): se caracteriza por excitación psicomotora, mal humor e irritabilidad que puede llegar a derivar en conductas agresivas.
Ansiedad
Estado de alarma y de antelación de un peligro inminente e indefinible. Se asocia con sentimientos de inseguridad e impotencia. Mientras que el miedo es un sentimiento de respuesta a un peligro externo real, la ansiedad es una reacción de miedo y activación intensa del organismo en ausencia de una amenaza real. La ansiedad se puede expresar a través de síntomas más psíquicos (ansiedad psíquica) o más somáticos y vegetativos (somatizaciones).

La ansiedad psíquica se manifiesta principalmente a través de inquietud, miedo a morir, miedo a volverse loco, despersonalización, hipocondría, aprensión, sensación de que el tiempo corre rápido.
La ansiedad somática se manifiesta a través de un alta activación del sistema nervioso simpático (algunos síntomas somáticos de la ansiedad se incluyen en el DSM-IV entre los trastornos somatomorfos).
Los trastornos de ansiedad se pueden subdividir, en función de sus desencadenantes, en trastornos primarios y secundarios: los trastornos de ansiedad primarios no están relacionados con un evento directo o una causa específica, mientras que los trastornos secundarios se desencadenan a partir de eventos traumáticos de tipo afectivo, enfermedades y uso de sustancias.