Composición del grupo-clase: clases homogéneas, con un alma heterogénea

Muchos de los descubrimientos que realiza el alumno ocurren en un contexto de diálogo cooperativo (aprendizaje en grupo), donde el profesor y los compañeros más competentes dirigen y estimulan a los menos hábiles (“andamiaje”, Vygolsky, 1930/31/33/34).

Es importante entender que el proceso de aprendizaje en grupo constituye la base del desarrollo mental del alumno y se transforma en un espacio de estimulación donde las tareas (demasiado complejas para él solo) pueden llevarse a cabo mediante la guía y ayuda de un compañero más mañoso. Por esto es fundamental que haya una gran variedad dentro de la clase: desde el alumno más competente al menos competente. Se obtendrán así, en una escuela, diferentes clases homogéneas, construidas sobre la heterogeneidad de sus miembros. Con esta configuración de clases es posible plantear situaciones de aprendizaje cooperativo, favoreciendo el intercambio activo de ideas en pequeños grupos ya desde la infancia media (Vermette, Harper & DeMillo,2004).

Se ha demostrado que los estudiantes que trabajan de forma cooperativa alcanzan niveles de pensamiento superiores y retienen más información respecto a los que trabajan individualmente y en silencio (Johnson & Johnson,1986; Slavin 1989; Totten, Sills, Digby & Russ, 1991). Esta modalidad de co-construcción de los significados (Bruner 1985, 1991), además de constituir una manera poderosa para el aprendizaje y el desarrollo socio-cognitivo, tiene efectos positivos sobre el clima escolar (Thousand, Villa & Nevin, 1994).

CLASE Y FORMACIÓN DEL GRUPO

Una simple yuxtaposición de individuos no forma un grupo. Para que el conjunto de alumnos se convierta en un grupo se necesitan tres condiciones:

1- un interés común

2- comunicaciones directas

3- la posibilidad de trabajar conjuntamente para lograr un objetivo común.

La composición inicial de los diferentes alumnos en una clase define un conjunto de individuos que presenta las características necesarias para madurar una cultura grupal y definir objetivos comunes.

El aprendizaje cooperativo podría constituir una dimensión sucesiva que permita conexiones entre los alumnos con objetivos didácticos.

OBJETIVOS DEL PROYECTO
Evaluar el nivel de las competencias generales de los alumnos para componer diferentes clases homogéneas entre sí, cada una construida sobre la heterogeneidad de sus miembros.

DIRIGIDO A:
Alumn@s que van a ser parte de un grupo-clase (infantil, primaria, secundaria y bachillerato).

MÉTODO
El proyecto prevé el uso de instrumentos sencillos, fáciles de administrar, no invasivos, capaces de detectar las diferentes potencialidades del alumn@, para orientar a la escuela en la composición de los grupos-clase. 

PROCEDIMIENTO
El proyecto prevé una fase de administración individual (en un aula escolar dedicada) de aproximadamente dos horas. 

DURACIÓN POR CLASE

El tiempo estimado para 18 alumnos es aproximadamente de dos días escolares y medio (calculando el trabajo simultáneo de dos psicólogos con dos alumnos).

Más información: www.psisemadrid.com

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