El Wisconsin Card Sorting Test (WCST) permite medir las funciones ejecutivas, a través de la realización de una tarea que requiere estrategias de planificación, indagaciones organizadas y utilización de la información del contexto para cambiar esquemas. Es decir que proporciona información sobre cómo una persona planifica, su capacidad de adaptarse a las instrucciones, su habilidad para modificar el comportamiento según la experiencia, utilizando las respuestas del examinador para deducir y desarrollar estrategias lógicas.
Las funciones ejecutivas se definen como un grupo de procesos mentales superiores, que se realizan a través de comportamientos flexibles y orientados a los objetivos (memoria de trabajo, regulación de la conducta, planificación de la acción, atención, etc). El funcionamiento ejecutivo se desarrolla durante los años preescolares y permite a los niños demostrar autorregulación y flexibilidad del comportamiento (Carlson, 2005; Garon, Bryson & Smith, 2008).
Investigar el funcionamiento ejecutivo ya en la infancia tardía permite entender mejor posibles dificultades y trastornos a lo largo del desarrollo, relacionados con la atención, la conducta, la regulación emocional y el funcionamiento cognitivo.
En Psise esta prueba se utiliza para la valoración del funcionamiento ejecutivo a partir de los 6 años y medio en casos de dificultad cognitiva, discapacidad, trastornos del espectro autista, deficit de atención, trastornos del aprendizaje, etc.
PSISE tiene a su disposición un amplio repertorio de pruebas y escalas de observación para el diagnóstico funcional y la intervención. Se trata de las más actuales pruebas y sistemas de análisis tanto españoles como internacionales.