Los celos entre hermanos

Muchos padres se preocupan por la relación entre sus hijos, la posible aparición de celos, conflicto o rivalidad que se pueda llegar a producir entre los hermanos.

La palabra celos deriva del latín “zēlus” y tiene el significado de “ardor, hervir”. Se trata de una emoción compleja, que se basa en la percepción de perder a alguien importante por culpa de un rival.

Los celos entre hermanos ocurren en una situación tríadica en la que están involucrados dos hermanos (el “celoso” y el “rival”) y uno de los progenitores. Dependiendo de en qué aspecto se focalice el niño (ej. traición, pérdida de la relación), su experiencia emocional  puede variar combinando además de la ira y del miedo, también tristeza y ansiedad.

Teniendo en cuenta estos aspectos, algunas claves para afrontar los celos entre hermanos son:

  1. Implica a tu hijo en el cuidado del hermanito desde las primeras fases del nacimiento, para que aprenda a relacionarse con él junto a ti.
  2. Evita cambiar tu relación con él en la medida de lo posible.
  3. Identifica la emoción que subyace a su malestar (ej. ira, ansiedad, miedo, tristeza, sorpresa).
  4. Entiende en qué sentido se siente amenazado y ayúdale a entender por qué se siente así.
  5. Evita rechazar sus dificultades y recuerda que su mayor inquietud es su miedo a perderte.
  6. Ayúdale a regular sus comportamientos y emociones buscando consolidar tu relación con él y ayudándole a encontrar su rol dentro de la nueva configuración familiar.
  7. Entiende si necesita ayuda externa para afrontar este malestar.

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Los celos entre hermanos

Muchos padres se preocupan por la relación entre sus hijos, por la posible aparición de celos, así como acerca de conflictos o rivalidades entre hermanos.

La palabra celos deriva del latín “zēlus” y tiene el significado de “ardor, hervir”. Se trata de una emoción compleja, que se puede producir a cualquier edad. Consiste en la percepción subjetiva de perder a alguien importante por culpa de un “rival” (Izard, 1991; Parrott, 1991; Salovey & Rothman, 1991).

De esta manera la relación entre padres y hermanos se podría considerar como “la fuente de celos más poderosa en la juventud” (Parrott, 1991). Ante el nacimiento de un segundo o tercer hijo, a menudo oímos decir a los padres que han observado una regresión en el hermano celoso, como por ejemplo que ha vuelto a hacerse pipí en la cama o ha dejado de comer.

Los celos ocurren en una situación tríadica, en la que están involucrados dos hermanos (el “celoso” y el “rival”) y al menos uno de los progenitores (Miller, Volling, & McElwain, 2000; Volling, McElwain, & Miller, 2002). En estos casos las emociones producidas por los celos pueden ser de ira (por sentirse menospreciado o traicionado), o de miedo, ante la posibilidad de perder la relación valorada (Izard, 1991; Parrott, 1991).

Dependiendo de en qué aspecto se focalice el niño (ej. traición, pérdida de la relación), la experiencia emocional de los celos puede variar combinando además de la ira y del miedo, también tristeza y ansiedad.

Modelo transaccional de los celos entre hermanos de White y Mullen (1989), adaptado por Volling, McElwain & Miller (2002).

A pesar de que algunas investigaciones han señalado la posibilidad de reacciones de celos en niños desde el primer año de vida (Hart et al., 1998a,1998b), también hay evidencias de que los niños de mayor edad pueden experimentar un malestar y celos más intensos cuando compiten por la atención de un adulto (Masciuch y Kienapple, 1993). Además, los hermanos mayores presentan resentimiento hacia los más pequeños con más frecuencia  que en el sentido inverso (Dunn y Kendrik, 1982; Robey et al., 1988).

En estos casos el rol de los padres es esencial en la regulación emocional de los hijos y en el equilibrio relacional familiar (Braungart-Rieker et al., 1998; Boyum y Parke, 1993; Volling y Belsky, 1992). Desde esta perspectiva, algunas claves para afrontar los celos entre hermanos son:

  1. Implica a tu hijo en el cuidado del hermanito desde las primeras fases del nacimiento, para que aprenda a relacionarse con él junto a ti.
  2. Evita cambiar tu relación con él en la medida de lo posible.
  3. Identifica la emoción que subyace a su malestar (ej. ira, ansiedad, miedo, tristeza, sorpresa).
  4. Entiende en qué sentido se siente amenazado y ayúdale a entender por qué se siente así.
  5. Evita rechazar sus dificultades y recuerda que su mayor inquietud es su miedo a perderte.
  6. Ayúdale a regular sus comportamientos y emociones buscando consolidar tu relación con él y ayudándole a encontrar su rol dentro de la nueva configuración familiar.
  7. Entiende si necesita ayuda externa para afrontar este malestar.

Referencias

  • Boyum, L.A. & Parke, R.D. (1995). The role of family expressiveness in the development of children’s social competence. Journal of Marriage and the Family, 57, 593-608.
  • Braungart-Rieker, J.M., Garwood, M.M., Powers, B.P. & Notaro, P.C. (1998). Infant affect and affect regulation during the still-face paradigm with mothers and fathers: the role of infant characteristics and parental sensitivity. Developmental Psychology, 34, 1428-1437.
  • Dunn, J.F. & Kendrick, C. (1982). Siblings: love, envy and understanding. Cambridge, MA: Harvard Univeristy Press.
  • Hart, S., Field, T., Del Valle, C. & Letourneau, M. (1998a). Infants protest their mothers’ attending to an infant-size doll. Social Development, 7, 54-61.
  • Hart, S., Field, T., Letourneau, M. & Del Valle, C. (1998b). Jealousy protests in infants of depressed mothers. Infant Behavior and Development, 21, 137-148.
  • Izard, C.E. (1991). The psychology of emotions. New York: Plenum Press.Masciuch, S. & Kienapple, K. (1993). The emergence of jealousy in children 4 months to 7 years of age. Journal of Social & Personal Relationships, 10, 421-435.
  • Miller, A,L., Volling, B.L. & McElwain, N.L. (2000). Siblings jealousy in a triadic context with mothers and fathers. Social Development, 9 (4), 433-457.
  • Parrott, W.G. (1991). The emotional experiences of envy and jealousy. En P. Salovey (Ed.), The psychology of jealousy and envy. New York: Guilford Press, pp.3-31.
  • Robey, K.L., Cohen, B.D. & Epstein, Y.M. (1988). The child’s response to affection given to someone else: effects of parental divorce, sex of child and sibling position. Journal of Clinical Child Psychology, 17, 2-7.
  • Salovey, P. & Rothman, A.J. (1991). Envy and jealousy: self and society. En P. Salovey (Ed.), The psychology of jealousy and envy (pp.271-286). New York: Guilford Press.
  • Volling, B.L. & Belsky, J. (1992). The contribution of mother-child and father-child relationships to the quality of sibling interaction: a longitudinal study. Child Development, 63, 1209-1222.
  • Volling, B. L., McElwain, N. L., & Miller, A. L. (2002). Emotion regulation in context: the jealousy complex between young siblings and its relations with child and family characteristics. Child Development, 73, 581–600.

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