¿Cuáles son los peligros de las redes sociales para los adolescentes?

Dentro de las posibilidades que ofrece la red, la más atractiva para los adolescentes es la comunicación. Tanto las redes sociales como las aplicaciones de mensajería instantánea permiten estar conectados de manera inmediata con los demás, en cualquier situación y horario.

Fotografía de un teléfono antiguo

La formación y mantenimiento de relaciones cercanas en la adolescencia es imprescindible para el desarrollo cognitivo, emocional y social, y la comunicación es una herramienta fundamental (Newcomb y Bagwell, 1996; Valkengurg y Peter, 2007).

En los términos de la teoría de Abraham Maslow (1970), las redes sociales satisfacen la necesidad social de afiliación y pertenencia a un grupo de personas,  reconocimiento y autorrealización. Todas ellas con un carácter aún más esencial en la etapa adolescente, donde además de producirse un proceso de individuación personal, emergen los procesos de comparación social y una agudización de la preocupación acerca de la propia identidad dentro del grupo (Harter, 1999).

De esta manera, a través de Twitter, Facebook, Instagram, WhatsApp, los adolescentes de hoy en día han encontrado un mecanismo más para satisfacer necesidades y reforzar relaciones sociales (a menudo preexistentes en el mundo offline), tanto de amistad como en el plano romántico. Además, las redes sociales brindan la posibilidad de ampliar información sobre potenciales amigos en la vida real (Lampe et al., 2006). Los servicios de mensajería instantánea como WhatsApp o Messenger para Facebook constituyen  una forma rápida y barata de comunicarse con los amigos en el mundo offline (Gross, 2004). Las redes sociales ayudan a mantener el contacto y hacer planes con amigos que se ven a diario y con otros a los que se encuentran con menor frecuencia (Lenhart y Madden, 2007).

smile-2550630_1920Los aspectos de la sociedad adolescente, tanto a nivel de intimidad, sexualidad e identidad, se han transferido en parte y transformado en el plano digital. Entre los aspectos más destacados de esta transformación de la comunicación adolescente se destaca la posibilidad de una mayor autonomía, la reducción de la comunicación cara a cara, la priorización de las relaciones con los pares a expensas de las relaciones familiares y una mayor posibilidad de elección (Subrahmanyam y Greenfield, 2008).


Internet y calidad de las relaciones sociales

Los estudios realizados en los primeros años de internet concluyeron que el uso de internet podía constituir un factor de riesgo para la reducción de la implicación social y la calidad de relaciones preexistentes (Kraut et al., 1998; Nie y Erbring, 2000).

Foto de grupo de chicos de espaldas que se dan la manoSin embargo, teniendo en cuenta el cambio de circunstancias en los últimos años, con el aumento de la accesibilidad y los nuevos usos otorgados a internet, estudios más actuales han registrado que actualmente el uso de internet se relaciona positivamente con el tamaño del círculo social (Kraut et al., 2002) y con la frecuencia de interacciones cara a cara con los amigos (Kraut et al., 2002).

Así que se ha producido un rápido incremento del número de preadolescentes y adolescentes que utilizan internet para la comunicación interpersonal (Valkenburg et al., 2005). Por esta razón, dada la conexión entre el mundo social real y el virtual, hoy en día el reto es la seguridad del adolescente (tanto física como emocional), mientras que explora e interactúa en ambas realidades. Los riesgos de seguridad de la mensajería instantánea y de las redes sociales se esconden principalmente en el hecho de que también están abiertas a desconocidos (Lenhart et al., 2005; Peter, Valkenbourg y Schouten, 2005) o pueden ser usadas como herramientas de cyber-bullying (Juvonen y Gross, 2008).


Redes sociales e identidad personal

La comunicación por internet ofrece numerosas oportunidades para experimentar con la propia identidad personal (Katz y Rice, 2002; Rheingold, 2003; Smith y Kollock, 1999; Turkle, 1995). Se trata de una forma de comunicación en la que se dan diversas circunstancias que pueden permitir al usuario el enfatizar, modificar u ocultar aspectos personales, tanto a nivel físico como psicológico.

Los juegos de identidad personal suelen producirse con mayor frecuencia en la adolescencia temprana (Valkenburg et al., 2005). Los motivos más relevantes para esta experimentación son (Valkenburg et al., 2005): la auto-exploración (es decir, ver cómo reaccionan los demás), seguida por la compensación social (superar la timidez) y la facilitación social (facilitar la formación de relaciones).

Fotografía de una silueta de un hombre detrás de una cortina.

Además, la comunicación por internet puede producirse de manera anónima, lo que hace que la persona se sienta menos amenazada en revelar ciertos aspectos personales, despreocupándose por potenciales repercusiones en la vida real (McKenna y Bargh, 2000; Spears et al.,2000).

El anonimato se puede considerar en parte positivo, ya que permite una expresión más libre de las propias necesidades, emociones y opiniones. De esta manera puede contribuir de forma positiva al desarrollo de la personalidad del adolescente, evitando la represión de aspectos que pueden resultar inhibidos por miedo al juicio social. Sin embargo, el anonimato puede convertirse en un factor de riesgo para conductas de abuso y acoso (cyberbullying). En estos casos, el adolescente se siente libre de hacer comentarios dañinos a otros, de engañar e incluso puede ponerse en peligro sin ser consciente de ello.

La cantidad y calidad de comunicación online, en tanto que supone un cierto alejamiento del interlocutor, fomenta la revelación personal (Joinson, 2001; Tidwell y Walther, 2002) y se considera un predictor relevante de las relaciones cercanas en el mundo real (Knapp y Vangelisti, 2000).  Según una investigación del 2007 (Valkenburg y Peter, 2007), el 30% de los adolescentes perciben la comunicación online como más efectiva en la revelación de información íntima. Es decir que una minoría de adolescentes experimenta mayor cercanía con sus pares a través de las redes sociales con respecto a una mayoría de adolescentes que consideran la comunicación cara a cara  como más profunda.

En conclusión, las redes sociales se pueden considerar como una oportunidad de socialización, comunicación y construcción de la propia identidad especialmente en la adolescencia. Utilizadas de la manera correcta, pueden ampliar y apoyar las relaciones en el mundo real, favoreciendo una vía de comunicación adicional a los intercambios sociales. Por otro lado, existen riesgos ligados al uso inadecuado de las redes sociales cuando no se tiene en cuenta el lema: “No hagas en las redes sociales lo que no harías en el mundo real.” De esta manera se pueden evitar los riesgos ligados al acoso, al cyberbullying y a la exposición a desconocidos, considerando las redes sociales como un complemento de comunicaciones y relaciones del mundo real, y no como su sustituto.


Referencias

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