Adaptación a la escuela infantil

Por fin ha comenzado el nuevo curso escolar y algunos niños pueden vivir este momento como un auténtico drama. La pregunta más frecuente que nos hacemos los padres es: ¿Se adaptará mi hijo a la escuela? Surgen los temores de los padres por esos momentos diarios de separación. Se suceden las escenas de llantos a la hora de dejarlos en las aulas, escenas que pueden durar hasta semanas. Para saber cómo debemos actuar ante este tipo de situaciones, Noelia Sosa, psicóloga infantil de Psise Madrid, nos da algunos consejos para una adaptación a la escuela infantil exitosa.

¿Es importante preparar a nuestro hijo para su aterrizaje en el colegio? 

Sí, es importante y necesario que los niños sepan que van a ir a la escuela infantil o al colegio y que les vayamos preparando. Es cierto que cada niño es diferente y no todos van a reaccionar igual al período de adaptación y a los cambios. Cuando se hace el cambio de ciclo de primero de infantil al colegio puede ser necesario esperar a que se acerque el inicio de las clases (unas semanas antes) para informarles de que cambian de centro educativo. En ocasiones me he encontrado con familias que le comentan a inicio del verano que a la vuelta irán al “cole de mayores”, un cole grande, con muchos niños… y eso a algunos niños les puede causar una ansiedad innecesaria y una espera demasiado larga.

¿Qué pautas debemos seguir?

Nuestros hijos deben saber que van a iniciar la escuela infantil o el colegio. Como padres podemos ayudarles de diferentes maneras, por ejemplo con:

  1. Horarios y rutinas. En verano es normal que las rutinas se cambien y los horarios se pierdan. No hay prisas por madrugar, los paseos o juegos nocturnos se alargan, la hora de la cama se atrasa… Pero una semana antes de iniciar el curso debemos retomar las rutinas y los horarios, aunque estemos de vacaciones, de esta forma les ayudaremos a estar descansados y preparados para iniciar el ritmo del curso escolar.
  2. Conocer el centro. Si comienzan en un centro nuevo unos días antes le podemos llevar a ver el lugar a el que van a ir y hablarles del centro. En el caso del  primer ciclo de infantil esto no sería necesario, un bebé no va a entender lo que va a pasar hasta que comience su proceso de adaptación.
  3. Ser positivos y estar tranquilos. Es importante que los padres estemos tranquilos y positivos con el inicio del curso para no transmitirle nuestras preocupaciones.
  4. Respetar sus ritmos. Quizás a nuestro hijo le cuesta un poco más adaptarse al cambio o a los compañeros nuevos. Tenemos que tener paciencia y confiar en él.
  5. Escuchar y respetar sus emociones. Es importante hablar con nuestro hijo, escucharle, saber sus temores, sus preocupaciones, lo que les gusta y lo que no. Que pueda contarnos lo que siente y que sepa que estamos para ellos.
Si nuestro hijo se pasa semanas llorando por la mañana antes de ir al colegio, ¿qué podemos hacer?

Cada niño es diferente y no todos se adaptan a los cambios de igual manera, puede haber niños que estén llorando por más tiempo o que les cueste participar de las actividades o socializar con otros niños.Cuando a nuestro hijo le cuesta un poco más adaptarse, tenemos que respetar su ritmo y ser pacientes. Además podemos hablar con el profesor o profesora para que nos cuente cómo lo ve en clase, si el llanto es prolongado o solamente en el momento de separación, cómo es la rutina dentro del aula, etc.

¿Es un proceso normal?

Sí es un proceso normal, en el que influyen las características individuales de cada niño, su situación en casa, el centro escolar y la edad entre otros factores.

¿Significa que mi hijo no ha desarrollado un apego seguro?

No necesariamente. La angustia de la separación la pasan todos los niños y sus padres, pero no es de igual intensidad y duración en todos. La edad también influye, a los menores de tres años les cuesta más separarse que a los niños mayores de cinco años. También existen edades más complicadas, donde nos podemos encontrar con una crisis de apego, son periodos en los que los niños demandan más de su mamá y, aunque hayan tenido ya el período de adaptación, puede volver a llorar al separarse de su madre. Las más conocida son en torno a los 8 meses y otra a los 2 años.

¿Es culpa de los padres?

No es culpa de los padres, pero aún así hay cosas que podemos hacer para ayudarles. Como hablar con el centro, hablar con nuestros hijos y ver qué les ocurre y qué es lo que sienten, dedicarles tiempo -aunque es a veces sea complicado- pero debemos intentar algún día ser nosotros quienes le llevemos y le busquemos del colegio y aprovechar para hablar, jugar y compartir tiempo juntos.

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