Viajar en familia nos brinda la oportunidad de recargarnos emocionalmente y recuperar, de una manera diferente a la habitual, la relación tanto con nuestra pareja como con los hijos. Absorbidos diariamente por el trabajo, la escuela y las rutinas, un viaje es el momento para dejar espacio a que nuestras relaciones se desarrollen, siempre y cuando se haga en las condiciones adecuadas. Así que viajar juntos puede suponer una ocasión para encontrar complicidad y sinergia, superar conflictos y respetarse en condiciones más equiparables (Kozak & Duman, 2012; Sirgy et al., 2011; Crompton & Keown, 2009; West & Merriam, 2009; Shaw, Havitz & Delemere, 2008).
Cualquier viaje implica cierta flexibilidad y capacidad de adaptación a nuevos ambientes, situaciones, personas y culturas. Por esta razón es muy importante informarse bien en la fase de planificación, creando expectativas realistas hacia el viaje que va a empezar.
Durante esta fase de planificación necesitamos consensuar con nuestros seres queridos el destino, las modalidades y buscar información contrastada. No es lo mismo buscar un destino con hijos pequeños que con adolescentes más independientes, que quieran hacer valer su propia opinión. Aunque los niños pequeños no suelan ser tan exigentes como los adolescentes en la fase de planificación, sí que lo serán una vez alcanzado el destino, y de esto los padres suelen ser muy conscientes.
Así que para unos padres con hijos la fase de preparación del viaje es en sí mismo un viaje en los deseos, creencias, exigencias propias y de los demás, que necesita de información fiable tanto sobre el destino como sobre la opción de alojamiento.
Esta fase de planificación del viaje en familia y búsqueda de información ha cambiado especialmente en los últimos diez años (desde el 2005-2008), con la llegada de las redes sociales, de los smartphones y de la economía colaborativa (ej. Airbnb, Uber, etc.).
Durante la revolución de la economía colaborativa de los últimos años, han nacido diferentes plataformas online dedicadas al intercambio de información y servicios de alojamiento, basadas en las experiencias de los viajeros. Esta forma de informarse y de contratar servicios ha ido convirtiendo por un lado al usuario en un comprador más consciente y, por otro lado, al proveedor en un interlocutor más presente y cuidadoso con lo que ofrece.
Entre las plataformas dedicadas al alquiler de habitaciones y alojamientos para turistas, sin duda Airbnb ha logrado extraer el espíritu que más reconforta a la hora de visitar un destino, especialmente en familia: “viajar sintiéndose parte del lugar”.
Distintos estudios sobre comentarios de viajeros (Abrahao et al. 2017; Wu, Shen & Deng 2017; Russo, Domínguez & Quaglieri 2014) han subrayado que la información de las redes sociales proporciona al viajero un alto nivel de confianza y familiaridad con las experiencias de los demás en su misma situación. Es decir, que los sistemas de reputación en las redes sociales pueden aumentar significativamente la confianza en la fase de planificación del viaje, empujando al viajero a seleccionar un tipo específico de alojamiento o fórmula.
Según Malinowski (1922), un famoso antropólogo del siglo XX, la mejor manera de conocer un nuevo lugar y una nueva cultura es la observación participante, es decir vivir como los lugareños, mimetizándose con sus costumbres y prácticas diarias. Esto podría explicar por qué, hoy en día, la satisfacción de los turistas no depende exclusivamente del tipo de alojamiento (Priporas et al. 2007) o de un viaje cómodo con servicios puntuales y de calidad (Ettema et al. 2011). Probablemente lo que permite al viajero disfrutar de su viaje depende también de otras variables sociales como los acompañantes, los interlocutores ocasionales y el sentirse integrado en la comunidad de destino.
La posibilidad que proporciona Airbnb al viajero es la de encontrar un alojamiento cómodo, a buen precio junto con un anfitrión local que cede o comparte su casa. En este sentido el alojamiento y el anfitrión se configuran como una base física y social, desde la que explorar el territorio estando ya en contacto e inmersos en la comunidad de destino.
Si la fase de planificación del viaje en familia es importante, la sucesiva fase de viaje lo es todavía más. En este sentido, es fundamental que las expectativas de los viajeros sean lo más realistas posibles respecto a sus relaciones internas, a su disponibilidad externa, al transporte elegido, al alojamiento y a las costumbres de la comunidad de destino. Por esta razón es importante tener claro que no es lo mismo compartir alojamiento que gozar de la intimidad familiar en un alojamiento entero. Partiendo de esta base, es muy importante ser conscientes de cuánto y cómo los viajeros están dispuestos a relacionarse con el entorno del viaje.
De manera especular, en el caso de Airbnb, también el anfitrión y su familia están llamados a un intercambio social potencialmente enriquecedor, siempre y cuando se desarrolle en las condiciones adecuadas. Estas condiciones residen en una disponibilidad bidireccional orientada al respecto mutuo y a la no intrusividad recíproca.
Para los adultos tanto viajeros como anfitriones, compartir la experiencia de un alojamiento Airbnb puede influir positivamente en la confianza en uno mismo y en los demás, favoreciendo experiencias en las que sentirse cómodos desde puntos de vista diferentes. Para los niños y adolescentes, a menudo la socialización puede resultar más fácil con los iguales, abriéndose a nuevas posibilidades de desarrollo emocional y social.
Así que, tanto para los anfitriones como para sus hijos, convertirse en un nudo de intercambio económico, cultural y social promociona una diversidad enriquecedora, en una sociedad cada vez más enfocada a la multiculturalidad y a la integración. De esta manera, la fórmula de viaje en familia propuesta por Airbnb constituye una ocasión para abrir y enriquecer tanto la propia identidad como la de la propia comunidad.
Poder explorar cada lugar asumiendo la información y la perspectiva de sus habitantes es una ocasión para desarrollar los propios filtros de descodificación de la realidad y de las costumbres. Por esta razón es recomendable que, cuando nos movemos de viaje con nuestra familia, intentemos no aplicar los filtros, expectativas y dinámicas que solemos utilizar diariamente en nuestro ambiente de procedencia. Esto conlleva prepararnos a vivir el viaje con información fiable, pero sin esquemas rígidos previos, una tarea que a menudo cuesta menos a los niños que a los adultos.
Entonces una recomendación para un exitoso viaje en familia podría ser:
“Vive la planificación del viaje con toda la información que un adulto pueda procesar, pero vive el viaje con la disponibilidad y apertura típica de un niño”.
Presentación en Airbnb Madrid
Enlaces
- Madresfera, 14 de mayo 2018. Descubre los beneficios de viajar en familia con Aibnb el 30 de mayo en Madrid
- Cleanbnb, 18 de mayo 2018. Le Mamme italiane e le vacanze 2018, ritorna il sondaggio di Airbnb.
- Hospitality News, 18 de mayo 2018. Le Mamme italiane e le vacanze 2018, ritorna il sondaggio di Airbnb.
- Europa Press, 30 de mayo 2018. Más de 1,2 millones de viajeros en familia utilizaron Airbnb en su visita a España en 2017.
- La Vanguardia, 30 de mayo 2018. Más de 1,2 millones de viajeros en familia utilizaron Airbnb en su visita a España en 2017.
- Madresfera, 1 de junio 2018. Crónica, Madrid 30 de mayo: descubriendo los beneficios de viajar en familia con Airbnb.
Artículos relacionados
- Claves para recargarse durante las vacaciones
- Cómo viajar con tu padre
- El primer viaje juntos
- La resiliencia: entrenarse para superar dificultades
- Cómo sobrevivir a un viaje con tu padre
- Cómo lograr que el primer viaje juntos sea perfecto
- ¿Acabáis de romper? ¡Tienes que irte de viaje!
Referencias
- Abrahao, B., Parigi, P., Gupta, A., & Cook, K. S. (2017). Reputation offsets trust judgments based on social biases among Airbnb users. Proceedings of the National Academy of Sciences, 201604234.
- Crompton, S. y Keown, L. (2009). Going on vacation: benefits sought from pleasure travel. Canadian Social Trends: Statistics Canada, May 2009.
- Kozak, M.. y Duman, T. (2012). Family members and vacation satisfaction: proposal of a conceptual framework. International Journal of Tourism Research, 14 (2); 192-204.
- Ettema, D., Gärling, T., Eriksson, L., Friman, M., Olsson, L. E., & Fujii, S. (2011). Satisfaction with travel and subjective well-being: development and test of a measurement tool. Transportation Research Part F: Traffic Psychology and Behaviour, 14(3), 167-175.
- Malinowski, B. (1922). Argonauts of the Western Pacific: an account of native enterprise and adventure in the archipelagoes of Melanesian New Guinea. Routledge & Kegan Paul Ltd.
- Priporas, C. V., Stylos, N., Vedanthachari, L. N., & Santiwatana, P. (2017). Service quality, satisfaction, and customer loyalty in Airbnb accommodation in Thailand. International Journal of Tourism Research, 19(6), 693-704.
- Russo, A. P., & Domínguez, Quaglieri, A. (2014). La lógica espacial del intercambio de casas: una aproximación a las nuevas geografías de lo cotidiano en el turismo contemporáneo. Scripta Nova. Revista electrónica de geografia y ciências sociales, 18.
- Shaw, S., Havitz, M. y Delemere, F. (2008). I decided to invest in my kid’s memories; family vacations, memories and social construction of the family. Journal of Tourism, Culture and Communication, 8 (2), 13-16.
- Sirgy, M., Kruger, P., Lee, D. y Yu, G. (2011). How does a travel trip affect tourists’ life satisfaction. Journal of Travel Research, 50 (3), 261-275.
- West, P. y Merriam (2009). Outdoor recreation and family cohesiveness. Journal of Leisure Research, 41 (3), 351-359.
- Wu, L., Shen, H., Li, M., & Deng, Q. (2017). Sharing information now vs later: the effect of temporal contiguity cue and power on consumer response toward online reviews. International Journal of Contemporary Hospitality Management, 29(2), 648-668.
Psise: Servicio de Psicología Clínica del Desarrollo. Unidad de Observación y Diagnóstico Funcional.