El vínculo de apego

El apego es una necesidad biológica innata, un vínculo profundo entre el niño y su cuidador, que se instaura desde el nacimiento y permite al niño desarrollar su manera de ser, vivenciar y representar las relaciones afectivas cercanas.

 

El vínculo de apego se expresa a través de patrones de comportamiento, biológicamente predispuestos, que se desarrollan a través de la interacción repetida con personas afectivamente significativas, que permiten la adaptabilidad de la descendencia al entorno y la preservación de la especie.

 

Se desarrolla progresivamente a partir de la primera infancia, influye en las expectativas y comportamiento tanto del niño como del adulto y moldea sus interacciones con otras personas, así como también siendo modificado por estas.